







Pintura base agua forma una película de látex
Libre de plomo
Bajo en VOC
Amigable con el medio ambiente
Ofreciendo un excelente sellado, protegiendo la herida del árbol para que tenga una sana cicatrización y así evitar infección o necrosis en la zona cercana a el corte.
Se puede utilizar como un vehículo para la dilución de tratamientos frutícolas.


Información adicional
Algunas forma de injertos


Algunas forma de la poda
Poda e injertos
La poda de los frutales debe hacerse desde el momento de la plantación. No solo porque será más rápido y sencillo (podrás hacerlo con unas simples tijeras de mano) sino porque así podrás fomentar una estructura abierta de la copa, con ramas que se desarrollen a lo ancho. Además, es más fácil conseguir que los ejemplares jóvenes se adapten a las nuevas situaciones.
Después deberás podar todos los años tu árbol para eliminar la madura improductiva, mantener el tamaño adecuado y lograr que sea productivo a la vez que esté sano y vigoroso. El equilibrio perfecto, vamos. Ten en cuenta que vez que el árbol empiece a fructificar su crecimiento será más lento y también las necesidades de poda.
Diferenciamos las podas en función a la edad del árbol y del momento del año:
Poda de formación
Durante lo tres o cuatro primeros años; desde que se planta hasta que entra en producción. Es muy importante hacerla para guiar y conseguir una forma adecuada.
A partir de que de termina la poda de formación se realiza, anualmente, las dos siguientes:
Poda de limpieza
Para higienizar el árbol y eliminar todos los elementos que haya podido acumular a lo largo del año y perjudican su desarrollo. Hablamos de ramas secas, chupones, ramas que enmarañan la copa, tocones secos, etc.
Poda de fructificación
Hay que cortar las ramas secas y las más antiguas, ya que estas habrán agotado su capacidad de fruto. De este modo se ayudará a que las ramas más jóvenes reciban más energía y den frutos de mayor calidad. Es decir, el objetivo de esta poda es renovar el árbol de cara a las siguientes cosechas.
Hay un cuarto tipo de poda que se hace en ciertos casos para prolongar la vida de un árbol:
Poda de rejuvenecimiento y regeneración.
Cuando la producción de tu árbol empiece a decrecer, en lugar de optar por arrancar el árbol, puedes podarlo drásticamente para que rebrote. En algunas especies como el melocotonero, no es muy interesante ya que un ejemplar nuevo entra rápidamente en producción. Tampoco con el cerezo o el ciruelo, por ejemplo, ya que si se cortan las ramas más gordas el árbol muere. Pero sí puedes realizar este tipo de poda con perales, manzanos, membrilleros, olivo…
Hay varios métodos de poda de rejuvenecimiento o regeneración:
Terciado de ramas: cuando las ramas del árbol se alejan mucho del tronco y su producción es escasa, se corta dejando un tercio de la longitud de la rama y se hace a varias ramas cada año, no todas al a vez.
Descabezado: se corta toda la copa con todas las ramas. Para hacerlo menos traumático, un año puedes cortar una parte y otro la restante.
Renovación por injerto: injerta púas sobre los cortes de rama gruesas en lugar de dejar que rebroten. Es interesante cuando tu árbol tiene pocos rebrotes o cuando quieres cambiar de variedad.
Recepado: consiste en cortar a ras del suelo. A esta poda tan drástica solo responde el olivo: surgen muchos chupones y se procede a una formación.
Cuándo podar los árboles frutales
Lo más adecuado es podar los frutales tras el periodo de reposo o dormancia, es decir, al finalizar el invierno y justo antes del brote primaveral. De este modo las heridas que se hayan producido por la poda cicatrizarán mejor y más rápido.
También puedes hacer una pequeña poda durante el verano y principios del otoño para favorecer la aparición de ramas laterales más vigorosas y que posean yemas de flor. Y si lo que quieres es reducir el vigor de un árbol porque se ha desarrollado demasiado, puedes hacer una poda en el mes de agosto.
La peor época para podar tu árbol frutal es el otoño o el principio de invierno, porque las cicatrices quedarían expuestas demasiado tiempo, favoreciendo ataques de hongos y sufriendo daños por las heladas.
Partes de un árbol frutal
Para podar el árbol es imprescindible conocer las partes de tu frutal. Normalmente se corta por encima de las yemas y dependiendo de qué tipo de yema se corta se consigue un efecto u otro. Un momento, ¿y eso qué es?
Yema terminal. Es la yema más gorda, se sitúa al final de la rama. Crece a una mayor velocidad y al cortarla se activan las yemas que se encuentran por detrás.
Yemas de follaje. Son triangulares y están en el lateral de las ramas. Si cortas justo por encima, se activarán y producirán hojas.
Yemas de flor. Estas son las yemas gordas que se hinchan a principios de la primavera y que formarán las flores.
Dardos. Pequeñas ramas con yemas de flor que se desarrollan sobre las ramas más antiguas del árbol. Se deben conservar, ya que garantizan la fructificación anual de tu árbol.
Cicatriz estacional. El anillo que se forma sobre la rama y señala el comienzo de un periodo de crecimiento después de un periodo de reposo.
Cómo podar tus árboles frutales
Como te hemos indicado antes, podar en exceso puede ser perjudicial para el árbol. Por ello es importante tener en cuenta que es mejor podar lo menos posible. Si el árbol frutal es muy vigoroso, fabricará solo madera y no dará frutos. Por el contrario, si el árbol está lleno de frutas, terminará por morir de agotamiento. Hay que encontrar el equilibrio entre el vigor y la productividad.
Te damos algunos consejos para realizar la poda de tus árboles frutales:
A la hora de podar, el corte debe ser diagonal, con la superficie de corte hacia abajo, en un ángulo de 45 grados.
Lo aconsejable es mantener la copa del árbol con cinco o seis ramas principales a diferentes alturas y que se abran en diferentes direcciones.
Si las ramas de tu árbol crecen mucho hacia arriba, en vez de cortarlas puedes fijarlas con cuerdas o ponerles peso para que inclinen hacia el suelo. De este modo reducimos su ritmo de crecimiento y fomentamos la formación de yemas de flor y frutos.
Las heridas que queden en la superficie del árbol deben cubrirse con sulfato de cobre.
¿Cómo responde el árbol a la poda? La respuesta de tu frutal dependerá de dónde se hayan hecho los cortes, en función al tipo de poda que hayas realizado:
Aclaramiento: quitar las ramas completamente. En este caso el resto del árbol se beneficiará de la energía remanente para crecer más vigorosamente.
Descabezamiento: en esta ocasión se dejan yemas en cada rama al producirse el crecimiento, lo que dará lugar a una planta densa, compacta y ramificada.